—¿Por qué podemos decir que Hans pensaba
que su país había sido injustamente tratado?
En mi opinión, los nazis crearon una realidad para los niños alemanes,
sobre todo en las Juventudes Hitlerianas. No dejaron que desarrollaran un pensamiento
crítico ni pudieran opinar por ellos mismos. Simplemente, como he dicho, se
creó para todos ellos una misma realidad: Alemania, su querida Alemania, había
sido cruel e injustamente castigada tras la Primera Guerra Mundial, humillada,
derrotada. Por ello, era necesario rearmarse, prepararse para la venganza
contra los vencedores, para recuperar su Alemania grande y fuerte y expandirse
por Europa y el resto del mundo.
—Consulta esta página sobre las
Juventudes Hitlerianas y realiza un resumen de cómo funcionaban. Puedes hacerlo
como si Hans lo contara en primera persona. ¿Por qué eran tan importantes para
el partido Nazi?
Las bases para conseguir su finalidad (adiestrar
a los jóvenes alemanes entrenándolos militarmente y desarrollando su obediencia
a la ideología nazi) son parecidas a las de cualquier otra organización juvenil
de entonces. Sus pilares eran el
nacionalismo, la actividad física, el compañerismo, la vida sana al aire
libre y, sobre todo, la formación de líderes y hombres de bien para la patria de
la nueva Alemania de Hitler.
La principal finalidad de las Juventudes
Hitlerianas era entrenar a futuros ciudadanos del Reich y soldados que más
adelante sirvieran a la Alemania nazi. La educación académica y el
entrenamiento militar eran los dos objetivos fundamentales. En sus campamentos,
los jóvenes aprendían a una edad temprana el uso de las armas y se
desarrollaban físicamente.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las
Juventudes Hitlerianas colaborarían en la defensa antiaérea y en la
reconstrucción de instalaciones derruidas por los bombardeos de los Aliados. Los
miembros de más edad sirvieron como tropa de soldados.
—Observa la imagen de Hans ¿por qué crees
que llora? ¿Cómo contrasta esta imagen con el cartel de las Juventudes
Hitlerianas?
Como he respondido anteriormente, los
nazis crearon, con ayuda de las Juventudes Hitlerianas, una realidad para los
niños alemanes. Con esta idea en la cabeza, y más aún tras haber luchado,
matado, abandonado todo lo que se era y se tenía por ella, la verdad podía
hacer mucho daño sobre un niño. La derrota de su país no sólo significaba una
derrota militar, sino la caída de todos sus ideales, sus sueños, su razón de
vivir.
—¿Y los niños judíos?
Después de ver los vídeos sugeridos por
la profesora, me gustaría resaltar algunas frases que reflejan la experiencia
personal de tres judíos, un hombre y dos mujeres, que sobrevivieron al
Holocausto, y que vivieron su infancia y juventud en los campos de
concentración (Auschwitz).
“Lo que más nos sorprendía era la crueldad
con la que éramos tratados. Era una prisión, no era un campo específicamente de
exterminio. Desde la ventana, de madrugada, veíamos como llenaban camiones con
personas fallecidas. No utilizaban nada para transportarlos, los apilaban en
montones hasta que se llenaba el camión”
—Hirsz Litmanowicz
“Nos raparon la cabeza, nos esquilaron
como a ovejas. Tras el cambio no nos reconocíamos, ni siquiera las hermanas se reconocían
entre ellas”
“Se cayeron todos mis sueños y se hicieron
añicos. Esto se fue premeditando todo de antemano, estaba ya pensado. Todo se
hacía con mucha inteligencia, no fue apretar un botón y que pasara”
—Lisa Zajac