sábado, 5 de marzo de 2016

Actividades de Ampliación. La Revolución Industrial.

Las Exposiciones Internacionales

Podríamos definir las Exposiciones Internacionales como acontecimientos concebidos como escaparate público para dar a conocer los adelantos de la industria, el comercio y las artes.

Tuvieron como punto de referencia diversas muestras que, con ese objetivo pero de ámbito estrictamente nacional, venían celebrándose en algunos países. A partir de 1851 se internacionalizaron y se institucionalizaron como un acontecimiento periódico que se viene prolongando hasta nuestros días.

En realidad, vienen a ser una exhibición del poder industrial, comercial y creativo de los países participantes, así como un instrumento de proyección política y de imagen de la nación organizadora, que por espacio de varios meses se convierte en anfitriona de monarcas, jefes de estado y personalidades, al tiempo que receptora de un público millonario.

En España se han celebrado varias Exposiciones Internacionales, entre las que destacan la de Sevilla (1992) y la de Zaragoza (2008).

La explotación infantil durante la Revolución Industrial (S. XIX)



La mayoría de los trabajadores de las fábricas durante la Revolución Industrial eran niños. Los dueños de las fábricas les proporcionan vivienda y alimentos a cambio de su trabajo. Estos niños no recibían ningún tipo de compensación monetaria. Otros niños trabajaban por salarios muy bajos en fábricas y minas de carbón.



Debido al crecimiento de las fábricas textiles, un gran número de niños trabajaban en fábricas de algodón en donde pasaban la mayor parte de su tiempo en habitaciones con muy poco aire fresco y nada de ejercicio. Los niños también eran contratados para trabajar en fábricas de manufacturas como deshollinadores y cocinando ladrillos.



 “En esta fábrica trabajan mil quinientas personas, y más de la mitad tienen menos de quince años. La mayoría de los niños están descalzos. El trabajo comienza a las cinco y media de la mañana y termina a las siete de las tarde, con altos de media hora para el desayuno y una hora para la comida. Los mecánicos tienen media hora para la merienda, pero no los niños ni los otros obreros (…).
Cuando estuve en Oxford Road, Manchester, observé la salida de los trabajadores cuando abandonaban la fábrica a las doce de la mañana. Los niños, en su casi totalidad, tenían aspecto enfermizo; eran pequeños, enclenques e iban descalzos. Muchos parecían no tener más de siete años. Los hombres en su mayoría de dieciséis a veinticuatro años, estaban casi tan pálidos y delgados como los niños. Las mujeres eran las de apariencia más saludable, aunque no vi ninguna de aspecto lozano (…). Aquí vi, o creí ver, una raza degenerada, seres humanos achaparrados, debilitados y depravados, hombres y mujeres que no llegarán a ancianos, niños que nunca serán adultos sanos. Era un espectáculo lúgubre (…)”

Charles Turner Thackrah. Los efectos de los oficios, trabajos y profesiones, y de las situaciones civiles y formas de vida, sobre la salud y la longevidad. 1832.


En este texto, el autor describe las condiciones laborales de las fábricas de la época. La mayoría de los trabajadores de las fábricas eran niños cuyas jornadas eran inhumanas y sus condiciones de trabajo pésimas. Como se menciona, los trabajadores tenían un aspecto lúgubre, pues la higiene era mínima y muchas veces estaban expuestos a productos químicos o a minerales. De esta forma, con esta explotación, era imposible que se redujera la mortalidad o que aumentara la esperanza de vida del proletariado.

El contraste entre las clases sociales

En estas dos imágenes podemos observar distintas clases sociales de la época.
















En la imagen de la izquierda, distinguimos la Torre Eiffel y podemos ver que la gente pasea tranquilamente por la calle. Sabemos que pertenecen a la burguesía por esto, además de por sus ropas y su aspecto limpio y saludable. Nos transmite una sensación de tranquilidad, belleza, serenidad, felicidad.


En la imagen de la derecha, podemos observar el interior de una fábrica en la que trabajan niños y jóvenes adolescentes. Su vestuario es mucho más simple y tienen un aspecto sucio. Se encuentran encerrados trabajando. Sabemos, por esto, que pertenecen al proletariado. Nos transmite una sensación de agobio, tristeza, esclavitud.


Los aspectos positivos y negativos de la industrialización

Aspectos positivos:

  • Avances tecnológicos, como la invención del telégrafo o e descubrimiento de la electricidad, que mejoraron la comunicación y fueron un gran impulso de la industrialización y el progreso.
  • La mejora del transporte gracias al descubrimiento de la electricidad y el petróleo.
  • El arte también experimentó una época de apogeo gracias a la inspiración encontrada en todos los nuevos descubrimientos y avances.
Aspectos negativos:
  • La sobreexplotación del proletariado por parte de la burguesía para enriquecerse.
  • La desigualdad social existente a pesar de la abolición de la sociedad estamental.

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